lunes, 18 de enero de 2010

Y què con las promesas incumplidas

Hemos encontrado una casi ofensiva cantidad de promesas rotas a lo largo de la historia, de esas promesas que prometen algo mejor, de las que dicen que el dolor, la incertidumbre, el odio y el desamparo algún día desaparecerán.

Hemos sido muchas veces cómplices de predicar tan criminales promesas. Hemos leído a los clásicos, a los filósofos malditos, a los inútiles sociólogos y hasta los mediocres como Carlos Cuauhtémoc (me niego a escribir su nombre completo en mi blog, pero ya saben a quien me refiero)

Y luego el mundo tiene la desfachatez de sacar su cincel y martillo y ponerse a hacer hoyos en nuestros sueños, en los de nuestra gente, nuestro pueblo.

Después, cuando escuchamos frases como:

  • · Lo que no duele no sirve
  • · Sólo el dolor enseña
  • · Si el mundo fuera fácil, qué chiste tendría
  • · Si no existieran los problemas que aburrido seria esto.

Y de repente escuchamos o nos enteramos de algunas mas profundas:

  • · Nacer es un dolor que la vida compensa. Proverbio maya
  • · He sido un hombre afortunado en la vida. Nada me ha sido fácil. Freud
  • · A él como a todos los buenos hombres, le han tocado malos tiempos en que vivir. Shaw

Tomamos esas frases y nos consuelan, pensamos que si hombres con tal genio encontraron la re4spuesta que nos dice que los problemas están ahí y es de valientes enfrentarlos entonces el dolor de la vida no es al fin tan malo.

Pero algo dentro de nosotros nos dice que algo esta mal, que las cosas no están como deberían ser, como tendrían que ser y en algunos (o tal vez muchos) casos las cosas no son como quisiéramos.

Dichas promesas de un mundo mejor a veces duelen, a veces consuelan, otras nos dan esperanzas pero ya sea una u otra indudablemente verlas no cumplidas… bueno paradójicamente también duele, consuela o crea esperanza. Pero esto depende de cada quien.

Las frases antes mencionadas no siempre consuelan, con el tiempo decimos: “como que suena a excusa” o en términos mas clínicos: “racionalizamos”

Pero al final, qué pasa con esas promesas rotas, incumplidas, esas promesas históricas. Y esto nos lleva a una segunda pregunta: alguna vez fueron ciertas, es mas, alguna vez fueron posibles.

El sentimiento de desanimo cuando nos hacemos estas preguntas surge de una ilusión, a saber, que pensamos que las promesas surgen y se plantean por si mismas.

El problema viene desde la misma pregunta: “qué pasa con las promesas”. Pregunta que da origen a todas las demás.

Alguna vez, hablando de la omnipotencia de Dios un niño preguntó: ¿y quien creó a Dios? Algún bromista le respondió: pues alguien mas fregón que Dios y el niño volvió a preguntar: ¿y quien creó al que creó a Dios? Y el bromista respondió, pues alguien mas fregón. La pregunta y la respuesta caerían en lo infinito rápidamente. Por supuesto nunca llegarían a nada y es que el problema de la respuesta esta en la misma pregunta: “quien creó a Dios” si Dios es eterno no hay un creó pues esto implicaría un pasado y lo que es eterno existe fuera del tiempo.

Mismo problema tenemos nosotros, no hay promesas por si mismas, no se cumplirán por si mismas, ni se crearon a si mismas.

Entonces qué pasa don esas frases construidas por los hombres, que los hombres hacen cumplir, no han logrado cumplir, con las frases llamadas promesas que como su nombre lo indica algo que se prepara para ser cumplido no han llegado a suceder.

Tal vez como en la pregunta traposa de quien creó a Dios, la respuesta a nuestras preguntas se encuentren en las mismas excusas que usamos para no cumplirlas.

El hombre es dueño de su destino. Es una frase tan usada que nadie la cree. Cómo la creeríamos si cuando quise ser dentista no tenían dinero en la casa y tuve que estudiar hasta la prepa, si cuando alguien a quien amo ha muerto sin razón, si cuando… lo que sea no se cumple como debería.

Por fortuna o desgracia no somos los únicos en el mundo, nuestra voluntad no es la única que existe, vivir es luchar dijo Seneca y tenia razón. Las cosas no son como deberían ser, hay cosas que ni siquiera dependen de nosotros, como la muerte, pero de lo que si depende...

Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo. Arquímedes

1 comentarios:

Anónimo dijo...

xneza