Los productos chinos son un gran misterio cargado de complejos laberintos que por mucho análisis que se haga nunca se logrará comprender en plenitud. La mayoría de los productos que poseen un precio accesible a cualquier bolsillo son chinos. Sin embargo, por mucho que algunos se rasguen las vestiduras, la electrónica china no es vista con los mejores ojos. Yendo por un momento a otro rubro de productos, podemos citar el caso de la gente que gasta una fortuna en un perfume francés de primera marca y al llegar a su casa, al observarlo con detenimiento, descubre en la caja inscripciones en idioma galo que los fascinan y embelesan. Mientras siguen apreciando el cuidadoso envoltorio, observan una muy pequeña inscripción y por un momento creen haber leído “Made in China”. Nerviosos y apresurados a colocarse los lentes para leer, comprueban que el celofán externo dice claramente “Made in China” ¡Es sólo el envoltorio externo, querida! No en vano hemos pagado 248 Euros por ese perfume ¡Si fuese chino saldría 20 Euros!
El verdadero motor del crecimiento vertiginoso de la economía china en las últimas décadas ha sido el PRC (People’s Republic of China). Ha sido la propia población china que en base a un desarrollo cultural orientado hacia la producción ha logrado alcanzar en el último decenio un crecimiento del producto bruto interno como no había logrado en los anteriores 50 años. Porque ellos lo fabrican casi todo. Exceptuando algunas autopartes que se manufacturan en México para la industria americana, todo es más barato allí en el país asiático. Y todo es más barato hasta con los manuales de instrucciones en nuestro propio idioma. A cualquier país le resulta más barato importar productos (especialmente electrónicos) desde China que construirlos fronteras adentro. Las marcas chinas no existen en ventas, sin embargo, ellos lo fabrican todo. ¿Cómo es esto?
Observa con detenimiento la electrónica que tienes a tu alrededor. Enfócate en la que estés más seguro de que fue fabricada en el imperio del sol naciente y busca en su etiqueta el ansiado “Made in Japan” ¡Muy bien! ¡Felicitaciones! ¡La has hallado! Entonces, ahora comienza a observar en forma detenida su interior. Cada PCB, cada resistor, cada capacitor, cable, circuito integrado y etiqueta multicolor que posea un origen de fabricación dirá siempre lo mismo: “Made in China”. Porque ellos no se dedicaron mayormente a desarrollar y crear marcas y productos para competir, ellos no perdieron el tiempo en eso sino que dedicaron su esfuerzo a hacer lo mismo que los demás pero de menor calidad y favorecidos por políticas fiscales beneficiosas. Inventaban nombres similares, por ejemplo (esto es un invento mío que trata de reflejar la situación), en lugar de fabricar ordenadores IBM, ellos tenían su marca IBN o IMB. ¿Qué importaba la marca? Era de ellos, funcionaba y costaba 10 veces menos que IBM. Lograron así la atención de las grandes empresas que vieron en esas tierras la posibilidad de ofrecer su marca histórica de siempre pero a un precio mucho menor al público respecto al que le costaría fabricarlo en su propio país.
Y la última noticia con la que nos sorprende el gigante asiático para esta Navidad es la que provocó todo este pensamiento acerca de las tecnologías que maneja / genera este país. Este sábado 26 de Diciembre de 2009 han puesto en marcha el tren de alta velocidad más rápido del mundo. Pudiendo alcanzar una velocidad de más de 390Km/h hizo su debut con un viaje de 1068 kilómetros en tan sólo 3 horas. Un viaje que antes demoraba más de 10 horas puede a partir del año próximo reducir 7 horas su tiempo de viaje. Por supuesto que estas noticias no están cayendo nada simpáticas en las empresas de aeronavegación que ven peligrar a un gran número de clientes que optarán por viajes terrestres y con menores demoras, si se cuenta con el protocolo habitual de los aeropuertos.
El sector tiene como uno de sus primeros hitos la línea Guangzhou-Shenzhen, en la provincia de Guangdong, concluida en 2004. En aquél entonces, 160 kilómetros por hora parecían una enorme velocidad. Cinco años después, ésta se duplicó. Desde agosto de 2008, Beijing y la vecina Tianjin están unidas por una conexión similar que redujo de 70 a 30 minutos el tiempo para cubrir los 120 kilómetros entre ambas. La velocidad promedio para este tipo de trenes en Japón alcanza 243 kilómetros por hora, 232 en Alemania y 277 en Francia. La apertura del tramo Wuhan-Guangzhou coincidirá con uno de los períodos en los que más viajeros se reportan en China: el Festival de la Primavera, del 13 al 19 de febrero próximo. Por esos días, millones de personas se trasladan a sus lugares de origen para reuniones familiares.