viernes, 7 de abril de 2023
un paso más que los demás
Ya veces es estar solo, a veces un paso más y quiero dar un paso más. A veces no quisiera ser capaz de poder dar ese paso, a veces quisiera sólo dar el mismo paso que los demás.
Es un paso más el precio de la Soledad o es la soledad el precio de dar un paso más.
A veces sólo es un paso más.
domingo, 18 de septiembre de 2022
Si. todos tenemos quejas.
Asi de facil ven y dime que lo hiciste mejor que yo. Porque me miras desde la comodidad de una hipocresía cuya autoridad esta en tu edad, tus años, tu experiencia y autoengaño, y pues perdón si te sobrepasó pero no fue mi problema, ni mi culpa.
jueves, 8 de abril de 2021
Caminos?
A donde exactamente te lleva el camino? Quien lo forjó y para qué?
Quiero entender si los que marcan la excelencia de mi quehacer también lo hacían con las dudas que yo tengo.
domingo, 8 de noviembre de 2020
Ruido, ruido, ruido.
Si bien todo lo que tiene sentido se puede entender y todo lo que se puede entender se puede experimentar con sentido: ¿por qué todo lo que entendemos no parece tener sentido cuando lo expresamos?
¿Es acaso que nos falta lenguaje o nos falta pensamiento?
Mente clara, en paz, congruente consigo misma es lo necesario para vivir bien. Y Freud dijo: cuando uno habla consigo mismo ¿quién es quien habla y quien escucha?
En los recovecos de nuestra mente donde aparecen las emociones, las sensaciones, los recuerdos, imágenes y donde nuestra imaginación construye en el aire complejos mundos con significados únicos, inaccesibles al otro, porque el otro tiene sus propias historias, sanciones, sentidos y mundos propios e inaccesibles para mi. Así es esto de pensar cuando tu mente corre mas rápido que tu, como un galgo y un conejo mecánico que tiene un camino trazado, cíclico, repetitivo y que es veloz, muy veloz, tan veloz que el galgo no nota que es el mismo camino, que tiene reglas y que se cumplen una y otra vez. Si el galgo se detuviera no tendría que alcanzar al conejo, lo atraparía en la siguiente vuelta.
Y así pueden ser nuestros pensamientos, tienen reglas, igual que nuestras emociones, creencias e incluso nuestra imaginación: son cíclicas y si te detienes y observas encontraras el ciclo y lo detendrás, porque tu te detuviste, el conejo solo corre porque el galgo va detrás.
Pero la impaciencia, la desesperada carrera contra uno mismo, la sensación de control si haces caso de lo que sientes, piensas, imaginas y luego supones, supones en grande y no entiendes que tu mente va mas rápido repitiendo una y otra vez el ciclo por eso puede ir mas rápido porque repite una y otra ves algo que no quieres ver porque vas corriendo detrás de las reglas. Experimento, asimilo, pienso, supongo, resuelvo y actúo, ese es el ciclo, hasta que lo esperes, ese es tu destino. Detente, déjalo ganar esta vuelta y tal vez la otra, y la otra, y la otra, hasta que te vea de lejos y se le acabe la fuerza del fugas empujón de tener la razón. Porque tener la razón, si o si tener la razón, aun cuando las reglas digan otra cosa, aun cuando tu mismo haces otra cosa, la necesidad de tener que correr con el impulso de la suposición se acaba si te detienes. Y se acaba el ruido, la saturación de sensaciones de viento, de la velocidad, del cansancio, del lodo, la visión borrosa, la falta de aire por el cansancio de correr, se vuelve silencio si te detienes, si esperas y esperas largo, profundo y a conciencia, si te vuelves uno contigo mismo. Porque el conejo y tú son el mismo.
domingo, 5 de enero de 2014
martes, 10 de septiembre de 2013
Asi, como una ruleta que tiende a no girar
Tampoco es que vivir sea precisamente seguro. Cualquiera que se haya sentado a corretear su ardilla para así encontrar el para qué estamos aquí, termina invariablemente respondiendo: "en algún momento, en algún lugar, todo esto tuvo que haber empezado"
Así, con una declaración tan ambigua, que raya en lo absurdo, llega uno a la conclusión de que la pregunta es tan ambiciosa que ofende más que la respuesta en si.
Pero vamos, que toda pregunta que se jacte de interesante llega a ese mismo punto: redunda sobre si misma hasta caer justo donde empezó.
Hablemos por ejemplo de la felicidad. Se pregunta uno por ejemplo qué es la felicidad. ¿Conocemos a alguien feliz? ¿Es realmente feliz esa persona? Y así caemos al punto ¿qué es la felicidad?
Pero vamos, que podemos esforzarnos más: ¿puede el hombre ser feliz? Y en caso de que pueda ¿es deseable que lo sea? En caso de que pueda y sea deseable ¿cómo lo logramos? ¿cómo, si nosotros no somos felices en plenitud y en algunos casos ni cerca de serlo, podríamos lograr que alguien sea feliz? En ese caso ¿es la felicidad una forma de ser o un estadío, una característica en potencia del ser humano? ¿Puede un animal ser feliz? ¿Puede serlo de la misma manera en que lo es una persona? ¿Es su felicidad compatible con la nuestra? Es que me gustaría saber si ser feliz es algo que viene el paquete cuando uno nace y vaya, si no es mucho pedir enterarme de qué se trata eso, o por lo menos qué es.
Si hemos de ser quisquillosos con esto de las preguntas y sus respectivas volteretas que llamamos respuestas nos damos cuenta muy rápido que es como tirar un objeto por un hoyo de gusano qué desemboca justo donde lo dejamos caer por primera vez. Como una ruleta que dispara y al mismo tiempo se niega a girar.