sábado, 28 de noviembre de 2009

Los ancianos

Conocía esa platica, hacia años que la habia escuchado y hacia años que dicha platica le habia cambiado la vida.
La gente se seca -continuó un anciano- la costumbre la seca, se entumece, cuando ya sienten que no pueden se sientan y se vuelven como piedras grandes en el camino, duros, asperos, con un espiritu dormido. Es ahí donde no se encuentra la vida.
Tambien la gente caprichosa -gritó una mujer al fondo de una casa-, esa gente tambien es dura.
No me fastidies mujer -respondió el anciano con un todo acusador-
No te fastidio, tu eres caprichoso y eres seco y sordo a lo que no te gusta, asi son las personas, como cada quien que las describe. Ustedes se sientan y hablan, han hablado por años, hablan y hablan. Sentaron al joven porque son amables pero es pura mentira, ese joven ya se habia sentado ahi y ni siquiera lo recuerdan. Ya se han secado, la costumbre que tanto te molesta te dijo que lo invitaras a pasar pero no le has invitado ni un vaso de agua -el chico sonrojó, hace tiempo que caminaba y de verdad tenia sed, también sus animales-
Pues si tanto te preocupa la sed del muchacho ya le hubieras traído agua tú - respondió enojado el anciano-, pero no, estas allá atras haciendo no sé qué y además estas de chismosa oyendo platicas de lejos.
Pero mira nada mas, el señor sabio se enojó y si tanto te importa saber, que no creo, estoy haciendo agua de limón y ya terminé la comida y por si no los has notado, tu, acostumbrado anciano a las platicas, he incluido al muchacho en la platica, tu, gran pensador lo tienes sentado ahi por horas sin agua o comida y aparte ni le haces caso, tu, acostumbrado a lo profundo y que solo hablas de lo que ya pasó no has disfrutado del joven que hoy tienes frente a ti, ser profundo no te ha dejado ver la suave piel del presente.
Todo lo que la mujer habia dicho era cierto, había dado en el clavo, pero era incompleto (como todo argumento siempre lo es) y fue suficiente para que el anciano que se sentia ofendido pudiera ser grosero y responder con verdades para justificar su posición y necedad:
Yo no vivo en el pasado, me preparo para el futuro, para lo que hoy pase o puede pasar y se lo que puede pasar porque pongo atención de lo que ha pasado, sé que el muchacho a caminado mucho y tal vez no tenga ganas de hablar, que un vaso de agua sin comida puede saber feo y seria una falta de respeto darle pura agua... -antes de que terminara de hablar la mujer lo interrumpió-
Si, si, si, yo se, yo vi, yo creo, anciano necio, y el joven qué crees que piensa cuando lo dejas con sed al sol, que lo haces aguantar el calor por educación supongo.
Vénganse a comer antes de que se enfríe, usted también joven, yo no me pongo ha hablar de cosas como las que ellos hablan pero se que tiene hambre y es mejor que hable de lo que quiere y no solo escuchar quien dice más o mejor, y dígame ¿qué hace usted de regreso?
Quiero ir a ver la casa del viejo, las lluvias la tiraron de seguro.
Continuará...

1 comentarios:

laliz dijo...

seguro que reforma constitucional???