martes, 8 de septiembre de 2009

Comunidades virtuales y aprendizaje digital.

Es cierto que la historia es una constante lucha de intereses, unos buscan poder otros la paz y otros que los dejen en paz, sin embargo de una manera u otra la convivencia a construido la historia a razón de la condición humana de ser social.
Por supuesto la socialización se da en convivencia y esta convivencia no solo ha de ser física, el teléfono por ejemplo ha sido una herramienta útil para aquellas personas que por una razón u otra no se encuentran a poca distancia de su familia, por ejemplo, los mexicanos que han emigrado a nuestro vecino país del norte, que llevan ocho o diez años allá y que además dejaron en su casa a su esposa e hijos, pueden seguir tejiendo lazos afectivos a través del aparato telefónico. Pero vamos más lejos de la necesidad y veamos la posibilidad:
Las comunidades virtuales que se basan en la convivencia, a diferencia del teléfono que solo tiene como regla el querer comunicar algo y no ser mudo, estas comunidades virtuales tienen reglas más especificas que implican un comportamiento virtual, es decir, se publican comentarios pero no de índole científico-formal, las actualizaciones del perfil llevan implícitamente una carga emocional, de perspectiva de vida, de actividades diarias y explícitamente un reconocimiento de la personalidad propia o de la que se pretende mostrar, es como una fiesta común, cada quien se pone la ropa que mejor cree que le conviene, habla de las cosas que quiere siempre y cuando estén dentro de la dinámica de la comunidad; seamos más claros, las comunidades virtuales son círculos que no están físicamente unidas, dependen de un lugar abstracto y complejo llamado internet y dependen de la expresión pura del pensamiento; según las habilidades que cada persona tenga para transformar su perfil, plataforma, entorno grafico, etc., se ampliarán o reducirán sus posibilidades de interacción; las comunidades virtuales de cualquier tipo simulan una comunidad físicamente unida, con reglas, roles y estatus establecidos, con la diferencia de que es más fácil (por su accesibilidad) pertenecer a una comunidad virtual que enfrentarse cara a cara a un sujeto que pide requisitos para pertenecer a un grupo determinado.
Mi duda surge por supuesto en las comunidades virtuales educativas, si bien es cierto, como dice el texto, que es más accesible (en cualquier lugar y en cualquier momento y además por el tiempo que quieras) recibir la información y que ésta necesita solo la disposición del alumno a aprender, en qué sentido se puede pretender enseñar ciencias cuya practicidad es necesaria, los experimentos de física, química, etc., cómo se trasciende lo teórico en un entorno impersonal, ¿es posible que un chico conviva realmente a través de foros o webs?
Por otro lado el diseño de los instrumentos digitales y más en comunidades que interactúan de manera no solo impersonal, sino esporádica nos lleva a pensar: ¿Cuál es el grado de acción que puede alcanzar un alumno en un entorno que no le es familiar? Es decir: ¿la escuela tendría que diseñar un programa para la enseñanza en el uso de estas redes graficas en entornos interactivos volubles?
Es posible que dentro de la evolución de los medios de enseñanza incluso algunas habilidades en unas épocas futuras se vean como artesanías, en lugar de enseñar a escribir se enseñaría a teclear, una vez superado el lastre psicomotriz de la escritura la enseñanza podría llevar al niño a conocer evitando aprender a dirigir el lápiz para escribir: “a,b,c,d…”
La compleja relación que se establece en la red, no solo depende de las capacidades de programación del internauta, nos revelan en dos habilidades que han de desarrollarse:
1: La capacidad de expresarse de manera escrita; aun en los foros de educación a distancia, mas de una vez el moderador lidia con la mala ortografía, caligrafía, etc. de sus alumnos.
2: debemos redefinir los roles de los que se llamarían maestros y alumnos, el estatus de lo presente y lo abstracto no parece sostenerse ni definirse de la misma manera, además de la formación que se pretende lograr parece diferir en cuanto a la forma de hacerlo
La formación en comunidades donde las personas no conviven de manera directa genera condiciones que habrían de entenderse sobre todo los momentos formales.
Por un lado la falsificación; en la intimidad de mi hogar no le consta al moderador que le pago a alguien para hacer mi tarea, que dejo prendida la computadora para que el servidor confirme que estoy conectado y luego mando a un amigo con una credencial falsa a hacer mi examen.
Los sistemas no presenciales como las virtuales tienen la facultad de ser genéricas, es decir, el mismo formato para todos, no me refiero solo a la apariencia, sino que se adecua a un contrato de mayoría y personalizar para 200 usuarios es complejo. Por otro lado la identidad de los internautas es relativa, es posible fracturar los filtros de seguridad e insultar a todos los profesores o poner imágenes de moral distraída en el entorno grafico general de las personas pertenecientes a la comunidad, de la misma manera es posible que un sujeto con las suficientes habilidades pueda acceder al sistema y mandar a los seguidores a hacer una serie de actividades que no irían con el plan de estudios, como por ejemplo mandarlos a gritar que le van al América en medio de la FES Acatlán lo cual no solo atenta contra su aprendizaje sino en ese caso particular contra toda su integridad física, psicológica, social, cultural, histórica, política, económica, artística, ética, filosófica, estética, etc.
Las comunidades virtuales son falibles existen en un entorno que es vulnerable a cualquier persona con suficientes conocimientos.
Hasta la fecha, aun en sus diferentes formas, las comunidades virtuales son estandarizadas, personalizables en apariencia, perfiles y distribución de información, pero en el centro siguen dirigiendo en manuales comúnmente o difíciles de entender o de encontrar, además la diferencia de un entorno grafico a otro que en un primer momento confunden al usuario, además si enfrentan al mismo problema de todo invento nuevo: la cultura se resiste a cambiar sus medios de aprendizaje, de enseñanza de colaboración; para que las comunidades virtuales puedan ser aceptadas de manera seria tendrían que romper con muchos valores culturales y crear los propios, demostrar a la sociedad común su posibilidad de crear conocimiento serio.
Me refiero a la creencia del adulto medio de creer que el internet es un gasto que hacen hacer los maestros a sus hijos para irse a divertir en el café, porque en sus tiempos con los libros de la escuela era más que suficiente.

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